La gastroenteritis es la inflamación del revestimiento del estómago y el intestino delgado y grueso. La mayoría de los casos son de etiología infecciosa, aunque puede producirse gastroenteritis después de la ingestión de fármacos y tóxicos químicos (p. ej., metales pesados, sustancias vegetales). Se puede adquirir a través de los alimentos, del agua o por transmisión de persona a persona. En los Estados Unidos, se estima que 1 de cada 6 personas contrae enfermedades transmitidas por alimentos cada año. Los síntomas son anorexia, náuseas, vómitos, diarrea y molestias abdominales. El diagnóstico es clínico o por coprocultivo, aunque cada vez se utiliza más la PCR (polymerase chain reaction) e inmunoanálisis. El tratamiento es sintomático, aunque algunas infecciones parasitarias y bacterianas requieren tratamiento antiinfeccioso específico.
¿Qué es la gastroenteritis?
La gastroenteritis es la inflamación de su estómago y sus intestinos.
¿Cuál es la causa de la gastroenteritis?
La gastroenteritis suele estar causada por:
Otras causas son:
El tipo y gravedad de los síntomas dependen de la clase y la cantidad de toxina o microorganismo ingeridos. También varían de acuerdo con la resistencia de la persona. Los síntomas a menudo comienzan repentinamente, a veces de forma drástica, con pérdida del apetito, náuseas o vómitos. Pueden producirse ruidos intestinales audibles (borborigmos) y retortijones. La diarrea es el síntoma más frecuente y puede ir acompañada de sangre visible y moco. Las asas intestinales pueden estar dilatadas (distendidas) por gases y doloridas. La persona puede tener fiebre, sentirse con mal estado general y tener dolores musculares y cansancio extremo.
Los síntomas comienzan de repente y consisten en:
Los médicos saben que usted sufre gastroenteritis según sus síntomas. Por lo general no necesitan hacer pruebas, pero a veces pueden solicitar:
Se dispone de 2 vacunas contra el rotavirus orales. Son seguras y eficaces contra la mayoría de las cepas de este microorganismo. Las vacunas contra el rotavirus son parte del plan de vacunación infantil recomendado.
La lactancia materna es una manera simple y eficaz de ayudar a prevenir la gastroenteritis en los bebés. Los cuidadores deben lavarse bien las manos con agua y jabón antes de preparar los biberones para los bebés alimentados con leche de fórmula. También deben lavarse las manos después de cambiar pañales. Las áreas de cambio de pañales deben ser desinfectadas con una solución de lejía de uso doméstico recién preparada (¼ de taza de lejía diluida en unos 4 litros de agua). Los niños con diarrea no deben asistir a la guardería mientras duren los síntomas. Los niños infectados con la E. coli que causa diarrea sanguinolenta o Shigella deben tener 2 pruebas de heces negativas antes de reincorporarse al centro.
“De forma natural, en el cuerpo humano existen determinadas bacterias que estimulan el crecimiento de las llamadas bacterias buenas (probióticos). El uso de probióticos, como el Lactobacillus (típicamente presente en el yogur) puede acortar ligeramente la duración de la diarrea (tal vez por menos de 1 día). Sin embargo, no se dispone de pruebas suficientes de que los probióticos eviten las consecuencias más graves de la gastroenteritis, como la necesidad de líquidos intravenosos o de hospitalización, como para apoyar su uso habitual para tratar o prevenir la diarrea infecciosa.”